Abstract
‘‘Sólo pedimos un poco de orden para protegernos del caos.’’[1]
–Gilles Deleuze & Félix Guattari
Papelitos con numeritos son gobernantes de facto en instituciones y establecimientos que intentan ejercer la organización. La máquina expendedora es un centinela en sus puertas y los espacios contiguos a este sistema de turnos procuran– antes que nada– ordenar a la gente. ¿Y si los despojo de su entorno natural y los suspendo en otro espacio donde las personas pueden contemplarlos? ¿ Es acaso absurdo trasladar los números a otros espacios y sugerirles un valor simbólico distinto? Esta obra intenta responder éstas preguntas. Durante los últimos tres años he ido guardando esporádicamente algunos numeritos en vez de entregarlos a su juicio final en el pincha papel. Este montaje les brinda a ellos una última morada para que reflexionemos sobre nuestra obediencia colectiva a un ritual que, en muchos casos, es una estructura de lo absurdo y por otro lado es ejecutado como un rito innato. Así nos detenemos a considerar su valor estético y ontológico en vez de su utilidad efímera. Fuera de serie y orden, puestos en una discontinuidad íntima- quizá nos inviten a reflexionar sobre la ceremonia que mantenemos con estos numeritos. Nos invitan a repensar eso que ‘nos protege del caos’. ¿Quién sigue?
[1] En Deleuze Gilles y Guattari, Félix, ¿Qué es la filosofía? Editorial Anagrama, Barcelona, 2001, traducción de Thomas Kauf.
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